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¿CUÁLES SON LOS ANTECEDENTES?

El pasado 14 de marzo las universidades españolas cierran oficialmente sus instalaciones ante el estado de alarma para gestionar la crisis sanitaria (Real Decreto 463/2020), y recurre a la alternativa digital para continuar las clases presenciales. El nuevo espacio físico adopta medidas como son, entre otras, las de limitar la libertad de circulación de las personas (Artículo 7) y contener las actividades comerciales, culturales y recreativas (Artículo 10). Tedros Adhanom, Director General de la Organización Mundial de la Salud, anunciaba la pandemia ante la enfermedad por el COVID-19 (OMS, 2020).

¿QUÉ HIZO?

Específicamente, en el ámbito formativo y educativo, el Artículo 9 establece dos medidas. La primera suspende la actividad presencial en la universidad. La segunda mantiene que las universidades continúen las actividades docentes bajo modalidad en línea. En este punto, la Universidad de Murcia (2020) adopta fórmulas a través de los denominados Planes de Contingencia como objetivo para salvaguardar la actividad académica.

¿CON QUIÉN LO HIZO?

La Facultad de Educación estableció medidas extraordinarias generando planes para un primer periodo (16 de marzo a 3 de abril). Aquí se ofrece la experiencia de adaptación al cambio desde la profesora en sus cuatro asignaturas, afectando a 142 estudiantes: 57 de tercero (grado de Educación Social, asignatura 2091. Desarrollo y animación sociocultural), 68 de cuarto (Educación Primaria, asignatura 5536. La Educación ante una realidad pluricultural), 3 más de cuarto (Educación Social, asignatura 2098. Prácticas Externas II) y 14 de máster (asignatura 6303. Diseño y evaluación de proyectos de intervención para el desarrollo comunitario).

¿CÓMO LO HIZO?

La adaptación utilizó dos soportes hardward. El uso más frecuente fue el teléfono móvil, seguido del ordenador, ambos con conexión a Internet. Atendiendo al proceso de enseñanza-aprendizaje se optimiza el tiempo docente según las características extraordinarias del momento (Ruiz, 2020). El Plan de Contingencia 1 ha registrado: a) clase ordinaria por videoconferencia en dos asignaturas, b) planteamiento de tareas fijando fechas de entrega en dos asignaturas y c) aporte de materiales y tutorías en ambas modalidades (tutoría personal y tutoría grupal) en todas las asignaturas. La frecuencia ha dependido de las características de la asignatura ya que las demandas estudiantiles no son iguales cuando ya está finalizada (asignaturas 2091 y 5536), en activo hasta finalizar el cuatrimestre (2098) o activa en un momento puntual (asignatura 6303). En la autoevaluación la profesora identifica tres procesos: organizativo, de enseñanza-aprendizaje y evaluativo. Se evidencia que en todas se ha recurrido a mecanismos de coordinación académica y/o a un seguimiento individualizado asignatura por asignatura. Así, ya por recurrir a mecanismos de coordinación, ya por hacer un seguimiento individualizado, ambas acciones contribuyen a evidenciar la labor docente.

¿DÓNDE LO HIZO?

Cómo indica Solano (2020), el marco de un entorno virtual de trabajo pedagógico precisa de un plan de comunicación virtual que debe cuidar los silencios estableciendo metas realistas. Prendes (2020) recomienda comenzar por el diseño instruccional partiendo de la guía docente de las asignaturas e incidiendo en el acompañamiento virtual. En el caso que nos ocupa, fueron revisadas antes del periodo de confinamiento en las cuatro por lo que el rediseño replanteando las asignaturas desde el acompañamiento a los estudiantes fue sencillo a través de las tutorías virtuales. Para hacerlo, se mantuvieron espacios familiares de teletrabajo (herramientas Mensajes privados, Recursos y Anuncios), y se incorporaron por la docente otros de uso menos frecuente cuando había docencia presencial (herramientas Chat, Videoconferencia, Foros y Tareas). Para el almacenamiento de recursos se abrieron directorios dentro del teléfono móvil.

¿QUÉ OBTUVO?

Con relación al objetivo de salvaguardar la actividad académica, desde los cuatro Planes de Contingencia se describen resultados vinculados a los recursos hardware/software, la gestión del tiempo, las herramientas virtuales y la necesidad de autoevaluación centrada en evidencias. En conclusión, de un lado, el aula virtual ofrece espacios de trabajo significativos a la hora de evidenciar la actividad docente; de otro, se vislumbran procesos de evaluación continua que favorecen el acompañamiento virtual de los estudiantes de manera individualizada.

¿QUÉ VENTAJAS ENCONTRÓ?

Las ventajas dentro del periodo docente de confinamiento analizado han sido cuatro. La primera tiene que ver con el uso de un plan de comunicación digital del diseño instruccional. Desde la autoevaluación de la profesora, la acción docente subraya en la enseñanza a distancia tres específicas: la organizativa, la propiamente de telenseñanza y la evaluativa reforzada gracias a la coordinación con el equipo docente con quien se comparten las asignaturas. Desde aquí se advierte un impacto generando tres ventajas más: ventajas en el uso de hardware móvil (teléfono), ventajas en cantidad y calidad innovadora en software (nuevas Apps y servicios en Android) y ventajas en la calidad de la comunicación interpersonal institucional, tanto vertical como horizontal.